El Cabo Prior constituye uno de los típicos finisterres de la costa gallega y cierra por el norte el Magnus Portus Artabrorum del que hablan Mela, Plinio y Ptolomeo. Por un documento del Rey Sancho el Bravo, de 1286, sabemos que los monjes de Sobrado cobraban el décimo del aprovechamiento de las ballenas que se despedazaban en la ensenada de Prior. Luego, Nuno Freire de Andrade se adueñó de las posesiones de los monjes y mandó construir un puerto y el faro más primitivo.
El actual faro de Cabo Prior lució por primera vez el 1 de marzo de 1853 con una luz fija blanca que alcanzaba la distancia de 15 millas marinas.